Fortaleza del Castro

Fortaleza del Castro

La fortaleza del Castro de Vigo, que a día de hoy constituye el corazón de la ciudad, formaba parte del sistema defensivo de ésta, junto con la fortaleza de San Sebastián (cuyas murallas a día de hoy ya no existen). Desde ella se dominaba la entrada a la ría. La fortaleza del Castro se sitúa en lo más alto del Monte del Castro, que a su vez se yergue en el centro de la ciudad de Vigo. Los proyectos de fortificación de la ciudad de Vigo se remontan al siglo XVI, debido a los frecuentes ataques que sufría la ciudad, sobre todo por parte de Inglaterra, principal enemigo de España en la época imperial española. Sin embargo, no fue hasta la segunda mitad del siglo XVII, concretamente hasta 1665, en plena guerra con Portugal, cuando se iniciaron los trabajos per se de fortificación.
La orografía permitió construir solo una muralla irregular, que rodeaba la ciudad; la muralla estaba abierta en varios puntos, cada uno con su respectiva puerta, y defendida por tres baluartes. En la parte más alta de esta muralla se encontraba el fuerte de San Sebastián. Tras lo asedio de 1665, el Príncipe de Barbazón, capitán general de Galicia, ordena completar las obras, y en 1666 el coronel ingeniero Fernando de Gourannanbergue y el maestre de campo Diego Arias Taboada elaboran un intenso plan de fortificación y unión de las fortalezas del Castro y de San Sebastián.
A juzgar por los documentos históricos de la época, la ciudad nunca quedó bien defendida, pues la fortaleza se encontraba relativamente lejos del mar y no era capaz de impedir los desembarcos de las armadas enemigas. Además, era muy fácil para el enemigo llegar hasta arriba sin ser descubierto. Al terminar la guerra con Portugal, las murallas pasaron a un segundo plano en las preocupaciones del reino.

Batalla de Rande y Reconquista

Después de varios intentos de mejorar las murallas, tuvo lugar en Vigo la famosa Batalla de Rande (23-24 de octubre 1702) en plena Guerra de Sucesión, donde los invasores desembarcaron y saquearon la villa. Después de esto, hubo varios intentos de fortificación de la ciudad, aunque cayeron todos en saco roto. Más de cien años después (1809), la fortaleza del Castro vuelve a ser protagonista debido a la invasión napoleónica. El 28 de marzo, la fortaleza es reconquistada por los patriotas españoles tras una dura y heroica batalla, tras la cual los franceses se rinden. La villa desde entonces pasa a tener el título de «Fiel, Leal y Valerosa».

Túneles

Corre el rumor de que los túneles que partían de la fortaleza del Castro comunicaban con distintos puntos de la ciudad, entre ellos el fuerte de San Sebastián, el casco histórico e incluso se dice que con el Monte de la Guía, situado a más de 3 km de distancia. Aún se pueden ver restos de los dichos túneles en el castillo de San Sebastián, y algunos de ellos se hallaron en la calle de Celso Emilio Ferreiro, situada en las cercanías. Al lado de las murallas de la fortaleza del Castro, hasta no hace mucho era perfectamente visible la entrada de uno de ellos, donde se cuenta que se llevaron a cabo ejecuciones durante la Guerra Civil Española. Una innovación de los últimos años consiste en la apertura de tramos de estos túneles al público, donde se ofertan visitas guiadas; estos tramos van a dar a los jardines situados en el alto de la fortaleza.