Convento de Vilavella

Convento de Vilavella es el nombre que recibe una serie de edificios y monumentos situados en la entrada sur de la villa de Redondela, que datan del siglo XVI. Consta de convento, iglesia, cruz y jardín con fuentes, hórreo y patio interior con claustro. Vilavella está inventariado como Patrimonio Cultural de Galicia, cuenta con 4.628 metros y se sitúa en una finca amurallada de 7.500 metros cuadrados.

Lo fundó García Prego de Montaos a inicios del siglo XVI y fue gestionado por la Orde das Xustinianas. De esta época se conserva solo la iglesia Conventual que consta de ábside y nave regular dividida en cinco tramos por arcos que coinciden en el exterior con otros tantos contrafuertes.

La orden de monjas Justinianas abandonó el convento en 1931, y en el 1936, se acordó de ceder el conjunto arquitectónico al estado. Sin embargo, el traslado nunca se produjo debido al inicio de la Guerra Civil Española. En 1942 lo compró el industrial conservero José Otero González, e invirtió mucho dinero en él para devolverlo a la Orden de Justiniano, de la que era agregado espiritual, para la que se establece un colegio para Redondela.

Por sus salas pasaron, una vez cerrado el convento, fábricas textiles, conserveras y, ya en la época más reciente, eventos y ceremonias, aunque también está habilitado para uso residencial.