Leyendas en Fornelos de Montes

La leyenda del Monte Cidade y la Ruta de los Arrieros

El Monte Cidade fue un espacio habitado hasta aproximadamente el año 1800. Existen teorías y leyendas sobre su uso, una de las cuales sugiere que pudo haber sido un refugio para judíos que huían de Pontevedra a través de la conocida Ruta dos Arrieiros. Esta ruta, considerada la “autopista” de la época, era vital para transportar el vino del Ribeiro hasta Pontevedra, desde donde se exportaba.

Otra hipótesis sostiene que el Monte Cidade fue un núcleo de pastoreo, ya que cuenta con un acueducto construido para transportar agua entre los lados de las viviendas, lo que sugiere una presencia estable. También se cree que pudo ser un espacio dedicado al curtido de pieles, debido a la cercanía del río Barragán, cuyas aguas se habrían utilizado en ese proceso.


Descubrimientos en la Sierra del Suído

La Sierra del Suído, que separa Pontevedra de Ourense, ha revelado un gran número de petroglifos, hallados en lugares como Pedra do Valdegato (Verducido) y Pedra do Home (Estacas). Además, en la zona de Costas de Alén se descubrieron más de 30 edificaciones enterradas cuya función sigue siendo incierta. La tradición oral sostiene que pudieron utilizarse para enterrar a personas afectadas por la peste u otras enfermedades contagiosas.

El nombre Costa de Alén tiene dos posibles orígenes: por el río Alén, que separa Estacas de Barcia de Mera, y por una antigua creencia que afirmaba que allí se enterraba a los muertos. Según la leyenda, durante una gran peste, la gente era llevada a ese lugar para morir. Una historia cuenta que un niño llevó allí a su padre moribundo. Antes de morir, el padre le dijo: “Lo que estás haciendo conmigo, no se lo hagas a nadie más.” Al día siguiente, el niño volvió… y encontró a su padre sano.

En 2024, una investigación arqueológica en Costas de Alén reveló una fecha grabada en piedra: 1715, lo que confirma actividad en la zona en esa época. Se hallaron restos de hogueras y estructuras empedradas que indican una ocupación prolongada. También se descubrieron numerosos chozos (refugios de pastores), destacando los de Casariños, en la parroquia de A Laxe, bien conservados gracias al trabajo de la Comunidad de Montes.


La Ruta de los Arrieros y su importancia histórica

La Ruta dos Arrieiros conectaba Ourense con Pontevedra y fue clave para el comercio del vino del Ribeiro. Su importancia económica propició la aparición de numerosas posadas, especialmente en la parroquia de Verducido, que llegó a tener 14 en una comunidad de apenas 100 casas.

Este camino también está vinculado con la leyenda de Pepa a Loba, una famosa bandolera que, junto con su grupo, operaba en el Coto dos Ladróns, un conjunto de formaciones graníticas en A Laxe. Se cuenta que los vecinos debían pagar tributos en especie para evitar ser atacados.

Una estructura clave en esta ruta fue el puente medieval de Ponte Anceu, con cinco arcos, comparable en importancia a los de Sampaio o Ramallosa. Su ubicación estratégica ayudó al auge económico de la región y provocó un notable flujo migratorio.


Migración y conexiones internacionales

Gracias a su buena comunicación, la región experimentó una gran emigración. Muchos de sus hijos alcanzaron puestos destacados, como el obispo de Manila (nacido en Verducido) o los obispos de Córdoba, Sevilla y Mallorca.

Una historia ilustra el impacto de la emigración: un vecino de Verducido emigró a México, Brasil y Filipinas. Desde el extranjero, enviaba cartas a su madre, que no sabía leer y dependía de un vecino para conocer su contenido. Se cree que este vecino le ocultó información importante, lo que motivó al hijo a fundar las Escuelas de la Fundación, con el objetivo de garantizar educación a las futuras generaciones.


Este conjunto de descubrimientos, leyendas e historias muestra la enorme riqueza histórica y cultural de la región, destacando su papel en el comercio, la migración y la conservación de un valioso patrimonio.

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